jueves, 24 de mayo de 2018

DE LO BUFO A LO PEOR

Imagen tomada de vesuviolive.it
No es de extrañar que Italia sea el lugar en el que la política bufa cobre mayor protagonismo; no es de extrañar porque el país transalpino fue capaz, de la misma manera, de crear, desarrollar y difundir la ópera bufa o la bufa televisión. El asunto, en el caso de la política, es especialmente dañino porque lo burlesco es inexorablemente el prólogo del drama venidero. Y en estas estamos. No todo es tan simple, claro: para llegar a este punto fue imprescindible el previo descrédito -más que bien merecido- y el consiguiente deterioro de las fuerzas políticas clásicas. El caso es que el regurgitar del Berlusconismo, con más o menos paréntesis, ha expelido un gobierno en el que se abrazan el populismo nihilista del M5S y la ultraderecha con corbata de la Lega. Dos líquidos que, a simple vista, podrían parecer inmiscibles pero que, estudiadas sus particularidades, se comprende que, en tiempos convulsos, mezclen bien. Ambos, verbo fácil, discurso simple, buscan la culpa en unos terceros que cargarán con el estigma del chivo expiatorio: habrán de ser sacrificados para purificar el alma de los que se consideran puros. Uno de los cabritos dispuestos para ser degollados en el altar fue ese barracón de mercaderes a los que eufemísticamente llamamos ‘Europa’; el otro, los inmigrantes. El primero es duro de roer y requiere, para su sacrificio, más energía de la que suelen demostrar los bocachanclas de salón. No han tardado en desdecirse: no se plantea la salida de Italia del marco institucional de la Unión. Los emigrantes son débiles, carecen de defensa, serán ellos los que cargarán con las culpas propias y ajenas.

Pero nada se arreglará con ello. Tras el sacrificio de los inmigrantes y la constatación de que las cosas seguirán, en el mejor de los casos, igual, tendrán que aguantar el envite y subir la apuesta. Ahí, sin salida, en ese momento en el que ni los farrucos pueden amilanarse, será la Unión Europea la que se ponga en cuestión. No sería el primer caso; sin embargo, el órgano Italia no es otro más: se trata de un miembro fundador y de la tercera economía de la Unión. Las medidas para entonces solo podrán ser aspirinas para combatir una septicemia.
La Unión Europea, ese sueño que se ha convertido en una pesadilla por la que desfilan los lobbies empresariales y financieros almorzándose la política, está amenazada de muerte y, mirando los ojos de los potenciales asesinos, no suena a buena noticia.

Publicado en "El Norte de Castilla" el 24-05-2018

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